El Gobierno de este maltrecho país parece que sólo ve como única
manera de solucionar los problemas meter punzadas a todo lo
público,
sin importar los perjuicios y las consecuencias que estas
acciones
tienen para nosotros, los ciudadanos. Y es que hay que
realista, ya que
los ajustes no son meros recortes sino punzadas al Pueblo y
sus derechos.
No me parece, humildemente, coherente que al subir los
impuestos a
troquemoche sin hacer distinción, se contribuya a arreglar
este desaguisado.
Esto, por no hablar de la injustísima subida del IVA general
y reducido que
sólo va a contribuir a que la gente consuma ya menos o
apenas nada, con lo
Cual no es creíble justificar esta medida aduciendo que va a
crear empleo:
esto no se le cree nadie, porque sin ser especialista en el
tema hay una máxima que consiste en que si la gente no consume y gasta, no se
crea trabajo; por lo tanto si subes los impuestos del IVA muchísima gente está
abocada a consumir lo justo y necesario para subsistir, olvidándonos de que
consuman otros productos ya sean de ocio o de restauración sin ir más lejos.
Este año parece que el principio de la debacle de un país que
ejecuta sin clemencia políticas
que no fomentan ni la creación de empleo ni a mantener el
Estado de bienestar que había antes de la crisis. Todos hemos visto como estos
políticos, nada más llegar al Gobierno, en un descuido y sin dialogar ni
consultar al Pueblo Español, han puesto en marcha la reforma laboral más
radical e irrespetuosa con los derechos de los trabajadores, que nos hace
tristemente mirar con recelo y preocupación hacia atrás en la Historia, a aquellos
tiempos oscuros no tan remotos en los que los trabajadores no teníamos derecho
ni de protestar ni de descansar de nuestras interminables jornadas laborales de
de quince o veinte horas.
Vivimos días difíciles en una democracia, con muchos
agujeros en la que ya el único medio de participación directa en la toma de
decisiones y con respecto al futuro, son las elecciones. Ya se sabe que una vez
terminadas las elecciones, en este sistema el ciudadano pasa de ser un agente
importante en el proceso de elecciones a ser un número más de una larga lista,
que nada importa a nuestros gobernantes.
Lo que más indigna a la gente y con razón, es que mientras sacan
adelante implacablemente estas leyes, hay concejales, alcaldes, secretarios y
dirigentes de fundaciones metiendo la mano y llenando la saca donde no deben.
¿Para cuando dejarán nuestros gobernantes de preocuparse por rescatar a los bancos y empezarán a
buscar soluciones para rescatar a los ciudadanos parados?
No hay comentarios:
Publicar un comentario