Allá donde estés Abuela,
no te olvides nunca de los
que te lloramos ahora
que ya no te tenemos.
Nos acompañaste en
las alegrías y los lamentos,
pero siempre nos esbozabas
una sonrisa aderezada de besos.
Descansa en paz por siempre y
sigue dándonos tu luz y esperándonos,
hasta que el destino haga posible
el emotivo y eterno reecuentro.
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