jueves, 15 de septiembre de 2011

Conmemoración del día más fatídico de Septiembre del 2001

Un 11 de Septiembre de 2001, un par de malnacidos fundamentalistas culminaron una de los más atroces crímenes contra la humanidad al llevarse por delante tres mil almas al estrellar dos aviones comerciales contra las Torres Gemelas, en Nueva York. Ése día cambió lamentablemente la historia; se demostró que la humanidad es capaz de destruirse a sí misma. Ya lo dice el dicho: “el hombre es el lobo del hombre”. Cuándo me enteré de lo sucedido, me quedé estupefacto y horrorizado viendo cómo impactaron los aviones contra los edificios, aunque peor que esas imágenes fueron las que vendrían a continuación de gente que se lanzaba desesperadamente desde las ventanas hasta noventa minutos después de los ataques cuando las estructuras de las Torres cedieron y se vinieron abajo.

Sin duda ha sido el ataque terrorista más sangriento de toda la Historia, y es que es indudable que hay un mundo post-11S, por la imagen que el mundo tenía de Estados Unidos en cuanto a su potencialidad en seguridad y defensa. Todos sabemos que como reacción a ese brutal ataque, la moral estadounidense quedó tocada y de esta manera Bush junto al apoyo de algunos ejércitos europeos, emprendió la guerra de Afganistán en pos de vengar el ataque y encontrar al autor intelectual de la matanza, Bin Laden.
La guerra de Afganistán ha sido un total desastre, ya que se ha cobrado muchísimas vidas y no se han conseguido sentar las bases de un estado estable ni mucho menos, ya que a parte de Al-Qaeda, numerosos grupos de insurgentes luchan por hacerse con el control del país. Me parece que tanto los ejércitos invasores, cómo los propios civiles están pagando muy caro la localización y posterior asesinato de Bin Laden.
Volviendo al tema, he de decir que me escandaliza y me repugna como determinados grupos terroristas como Al-Qaeda, pueden usar la excusa de la defensa de su cultura y religión para derramar sangre contra aquellos pueblos que tienen creencias o concepciones diferentes. Haya existido o no la figura de Laden, el hecho es que hay que perseguir, cercar y encerrar a todos los grupos terroristas para evitar en la medida de lo posible, que vuelvan a sembrar el horror y el caos de esta manera tan apocalíptica en algún otro lugar.

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