jueves, 28 de febrero de 2013

Huérfano de ti



Con la factura, con sólo  media sabana cubriendo mi cuerpo, con la resaca de tus besos y con la incesante y altanera insistencia del teléfono. De esta manera me desperté yo. Cogí la llamada, en la que me pidieron cortesmente que abandonara la habitación entonces. Di un salto y tras rastrear todo, vi que el baño estaba cerrado y deseé que estuvieras ahí.  Desganado y tras incumplirse mi deseo, saqué mi maleta y tiré todo ahí.  Una foto de los dos juntos en mi móvil, una bufanda tuya enredada con mi chaqueta y una servilleta con la marca de tus irresistibles labios. Jamás supe la razón de tu marcha ni cuando ni a donde fuiste.

Cada jueves de mi vida revivo nuestro efímero e intenso romance. Ése día te visualizo inevitablemente en todas partes, pero cada vez que me duermo te sueño de todas las maneras posibles. Lamentablemente cuando despierto me doy de bruces con la condena de tu ausencia y me siento como aquella mañana en la que amanecí solo en el hotel. Me siento huérfano de tu amor.

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